Mi aventura de ser docente.
Me es grato compartir, mi pensamiento después de haber leído “La aventura del ser maestro y tener su punto de vista.
Indudablemente José M. Esteve, es muy atinado en afirmar que se aprende a ser profesor por ensayo y por error. Con su experiencia de tantos años en este camino, de la educación comparte en esta lectura, sabias palabras.
La identidad del profesor, es difícil de definir. La mayoría de los profesores novatos en algún momento pensamos ¿Cómo debo ser, actuar en mi nuevo rol adquirido?. De la noche a la mañana soy un profesor, normalmente actuamos imitando al maestro estrella de mi formación profesional, aquel que cautivaba todo mi interés por aprender. Pero a veces nos influenciamos con aquellos profesores que la forma de control del grupo, es aplicando el poder absoluto. Estoy de acuerdo en que cada uno de los profesores encontremos nuestra identidad, nuestra propia forma de trabajo y ser auténticos no clones ó copias piratas de otros maestros. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio pensamiento y sentimos diferente. El pensar y sentir y hacer pensar y sentir por Miguel de Unamuno, une el pensamiento con el sentimiento. Me llama mucho la atención esa idea, es como darle sentido a una nueva generación de profesores, quitando el coto de poder, estamos hablando de maestros con sensibilidad de comprensión, el compartir, y darle el valor humano al conocimiento, es evolutivo. No podemos ser y hacer siempre con cada ciclo escolar lo mismo
No debemos hundirnos, en la absoluta indiferencia es como consumiéndote cada día, como esas enfermedades crónicas. Un maestro no puede envejecer, cuando tiene generaciones de alumnos en sus manos, un maestro debe ser auténtico, trasmitir su conocimiento a través de un escenario, ambientando cada clase y mostrando seguridad para enfrentar los obstáculos e interactuar con los jóvenes estudiantes, como ese intermediario interlocutor entre la ciencia y los alumnos que marca la lectura. Considero que el maestro es como un artista, puede interpretar varios personajes para anclar a los alumnos en el conocimiento y aprendizaje.
Me llamó la atención el hecho del maestro novato, que debe desprenderse de los estilos de investigador especialista. Hay ocasiones que nos comunicamos con muchos tecnicismos y nuestros alumnos no captan, lo que queremos que aprendan y nos volvemos ultra profesores de ciencias o criticamos a otros compañeros, culpándolos del bajo nivel académico que tienen mis alumnos. Y se nos olvida uno de los valores universales, la humildad, humanidad y el servicio.
El orgullo de ser profesor, es algo que va en decadencia, pocos maestros se sienten orgullosos con su trabajo, podemos decir que está en peligro de extinción los maestros con vocación, aquellos que piensan que su trabajo es un apostolado, y dan su vida por la educación “ Gracias y felicidades “ por su esfuerzo que son los que realmente, nos hacen crecer y creer que podemos cambiar nuestra vida, para hacerla más útil y vigente. Y sobre todo para fortalecer de aprendizaje y enseñanza a nuestros alumnos que son el presente y futuro de nuestro país.
Entre la docencia y mi profesión.
Este tema me hace volver a mi pasado y siento la nostalgia del ayer. Cuando egrese de la universidad, tenía la vista puesta en ocuparme en mi profesión, estaba llena de mucha energía y buenas esperanzas para emprender el camino aventurero del ser Biólogo.
Mi carrera profesional es Licenciado en Ciencias Biológicas. Inicie´ mi experiencia profesional en una empresa dedicada a la gestión ambiental y de tratamiento de agua residual, me sentía como pez en el agua, es decir bien .
Al poco tiempo tuve la oportunidad, de trabajar en el sistema D.G.E.T.I. en aquellos años se decía “Tienes la vida asegurada si eres maestra”, y la necesidad económica fue factor decisivo. El destino me llevó por el camino de la docencia e incluso puedo decir, que vengo de una estructura familiar muy sólida comprometida con la educación.
Afortunadamente en el plantel que trabajo, tiene 2 especialidades, donde puedo desarrollarme con el perfil que tengo, por esa parte fue ventaja, pero sin embargo cuando inicié con esta actividad no tenía las habilidades de la docencia. La formación pedagógica era escasa, ya que no estudié una carrera
en educación.
La primera experiencia que tuve frente a grupo, fue muy emocionante pero a la vez tenía pánico escénico, incertidumbre e inseguridad. Gracias al apoyo que obtuve en mi institución de trabajo, en participar en varios cursos de formación docente e incluso tomar el ejemplo, conocimiento de muchos de mis profesores y compañeros de trabajo, superé ese obstáculo. Los años en el servicio docente, me han formado para ser mejor maestra. Sin embargo sigo teniendo cada día un reto que alcanzar.
El ser docente a nivel medio superior, me a traído muchas satisfacciones personales, una de ellas es que los conocimientos adquiridos en mi carrera profesional siguen vigentes y constantemente me actualizo, e podido combinar las dos actividades. El poder servir, orientar y facilitar el conocimiento a generaciones de jóvenes, en la etapa más crítica por su desarrollo emocional y físico, es una gran oportunidad. Yo me siento muy comprometida con mi trabajo y aparte recibo un pago económico necesario para vivir, haciendo lo que me gusta.
Reconozco que tengo debilidades, en la nueva reforma educativa. En como canalizar los resultados de aprendizaje, de acuerdo a la educación basada en competencias , la nueva forma de evaluar, los nuevos estilos de aprendizaje y la dificultad en aprender otro idioma.
Gracias por su atención
Marisol Mata Guzmán.